Preparado por Johnny Matos para la AMDRD.
Nos fascina la disciplina llamada marketing, per se, nos da una perspectiva diferente a lo preconcebido y logra una transformación en nuestras sociedades.
Me encuentro tratando de desarrollar un nuevo tema: la evolución del marketing digital 1.0, 2.0 y 3.0; me viene a la memoria mis primeros años como publicista, cuando me tocó en los 80’s sustituir a un amigo y dar la clase de marketing en la Universidad APEC, me fascinó la disciplina, per se, nos da una perspectiva diferente de lo preconcebido y transforma nuestras sociedades generando un consumo y siendo un facilitador.
Muchos dirán que vivimos en una sociedad de consumo alegre e irresponsable, nada más alejado a la verdad. El marketing es una frontera viva y elástica que se va expandiendo para dar al ser humano la oportunidad de acceder a miles de productos, genera empleo desde la producción de un producto hasta su adquisición final generando ganancias en cada canal.
La esencia, independientemente de su evolución, es saber lo que el consumidor quiere (sepa o no este su deseo real).
Las herramientas del marketing técnico y a nivel educativo, llegaron a República Dominicana en los 80’s, donde iniciaron y se desarrollaron los profesionales de esa división que empujó a un desarrollo de nuestra economía en los 90’s y en este milenio.
Ahora bien, el marketing está viviendo una transformación atado a dos variables (interna y externa) que pueden ser mortales dentro de una empresa: la presión económica de rentabilidad que exigen los accionistas, la cual erosiona recursos a esta división, modificando a su vez el producto deseado y/o la experiencia que el consumidor tiene en su mente; la tecnología y comunicación, que modifica el consumo de bienes y servicios generando expectativas, comparaciones, experiencias y sociabilizando positiva o negativamente las marcas.
República Dominicana esta viviendo ese fenómeno que presiona al marketing, es como si se estuviera jugando y juzgado diariamente la rentabilidad, olvidándose de los principios de esa empresa. La parte de compras, tratando de hacer su rol y jugando a la teoría de bajar o mantener precios estáticos y cambiar de suplidores en perjuicio de la calidad; la parte financiera, estableciendo controles de pago para ganar tiempo y extender su crédito en perjuicio de sus suplidores. Externamente, los productos se parecen más y entonces la diferencia la debe hacer precisamente la estrategia del mercadeo, el cual ya no cuenta con los recursos originalmente estimados por los factores antes mencionados.
Si estuviera en nuestras manos, la educación del marketing fuera obligatoria a todos los departamentos de una empresa, ayudando a la toma de decisiones cotidianas, pero hay un gran tabú o impedimento real en las corporaciones, la ley es de quien maneja el dinero y está primando la rentabilidad ayudado también por asesores externos.
Muchos resúmenes se han hecho para mostrar la evolución del marketing digital, a mi parecer ninguna sustituyen a la anterior, sino que simplemente se complementan.
Veamos este ejemplo:
Cuando veo la lámina de arriba, me asalta la duda de si es factible platicar sobre el marketing 3.0 en República Dominicana, cuando apenas estamos llegando al marketing digital 2.0. Los análisis de la AMDRD son contundentes y nos dan en la cara, el presupuesto digital sigue creciendo pero no lo suficiente en el mix de medios y marketing, ni decir que el desarrollo del e-commerce local se ve restringido por la falta de visionarios que creen nuevos canales de distribución, seguridad en la compra por parte de las instituciones bancarias, seguridad en la entrega del producto y medición fiscal transparente en las ventas.
Al final sé, que la experiencia de otros mercados influenciará para este cambio que se nos avecina.
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Johnny Matos
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